
Decidió titular su manifiesto «El último rodesiano», un documento con su ideología racista que colgó en una web con varias fotografías. En él, Dylann Roof, el joven de 21 años que asesinó a nueve personas negras en una iglesia de Charleston, en Carolina del Sur, decía «no tener elección. No estoy en condiciones de ir al gueto a luchar». «Elegí Charleston porque es la ciudad más histórica en mi estado. Hubo un momento en que tenía el mayor índice de negros en comparación con los blancos en el país. No tenemos cabezas rapadas, no hay KKK –Ku Klux Klan– de verdad, nadie hace nada salvo hablar en internet. Bueno, alguien tiene que tener la valentía para hacerlo en el mundo real, y creo que ése soy yo», escribió en el mismo manifiesto.
A su juicio, los afroamericanos son como perros. «Si un hombre golpea a un perro, lo vas a sentir más por el perro. Pero si el perro muerde al hombre, no vas a sentir la misma pena. ¿Por qué? Porque los perros están en una escala más baja. La misma analogía se aplica a las relaciones entre blancos y negros», escribe el autor del texto. Menos duro fue con los hispanos. «Son obviamente un gran problema para los estadounidenses. Pero hay buenos hispanos y malos hispanos». Sobre los asiáticos, destacó que «su naturaleza es muy racista y podrían ser grandes aliados de la raza blanca». El texto no lleva firma ni fecha, pero al final, el autor, que se describe como un «blanco nacionalista», se disculpa por los errores tipográficos. Según el «New York Times», el texto fue modificado por última vez a las 16:44 hora local (20:44 GMT) del pasado miércoles, el mismo día que Roof asesinó a nueve personas en la iglesia de Charleston. En la misma web, Roof tenía un álbum de fotos en el que aparecía posando con esculturas de antiguos esclavos de color, armas, quemando una bandera estadounidense y visitando lugares históricos del sur de EE UU y tumbas de soldados confederados.
Un amigo del asesino, Christon Scriven, de 22 años, aseguró ayer que Roof le confesó la semana pasada que quería perpetrar un ataque en una universidad y se marcó un plazo de siete días. «Dijo que el miércoles todo iba a pasar», señaló en una entrevista con la NBC. Inicialmente, no dio credibilidad a los planes de su amigo y no supo de su acción hasta que Roof no fue identificado por las autoridades como autor de la masacre de Charleston. «No me puedo quitar de la cabeza lo que hizo», se disculpaba Scriven, quien no da crédito a que finalmente su amigo llevara a cabo «lo que dijo que iba a hacer».